Higinio Fernández, propietario del garaje Celta y gran amigo de Hispagenda, nos vuelve a sorprender con una de sus genialidades: está finalizando la fabricación de una moto muy especial, destinada a servir de atrezzo en la escena de una película francobelga que empezará a rodarse el próximo mes de mayo de 2014. La peculiaridad de la moto radica en su cuadro, que es en realidad el tronco de un árbol, y que en vez de medir 2 metros, que es la longitud que podría tener un cuadro normal, alcanza los 4. El manillar también es obra de Higinio, mientras que el botón de encendido de esta “troncomoto” perteneció a un Spitfire, avión de combate inglés de la Segunda Guerra Mundial y el motor es un BMW de serie.

Troncomoto
El botón de arranque de un Spitfire.

En dicha escena, uno de los protagonistas circula en moto a gran velocidad, cuando choca contra un árbol, lo que no le impide seguir rodando, eso sí, con el árbol “puesto”. Es obvio que en el mundo real no se podrá circular con esta “troncomoto”, única en su género. Ahora mismo reposa sobre una estructura metálica, fabricada igualmente por Higinio para mantener las ruedas rectas, en medio del taller Celta, rodeada de venerables ancestros del mundo del automóvil, que mima como si fueran seres vivos, pero está destinada a ser una pieza de museo, puesto que al finalizar el rodaje de la película, será expuesta en el museo nacional de diseño de Nueva York, el Cooper-Hewitt.Higinio ya se había estrenado en el mundo del séptimo arte, transformando el motor de un Cadillac para adaptarlo a las necesidades del guión de otra película. Cuando le retaron a fabricar esta moto, digna de los famosos Picapiedra, no se lo pensó dos veces y se puso manos a la obra. El resultado, desde luego, es espectacular… de cine, y nunca mejor dicho.

Troncomoto 2No es de extrañar que Higinio esté tan cotizado en el mundo del motor. El día en que nos invitó a su taller a admirar su obra, nos comentó que hace año y medio, dos de los participantes en la famosa carrera Panamericana, de nacionalidad estadounidense y belga respectivamente, cuyos coches, por cierto, aparecían regularmente en los episodios que protagonizaba el recordado detective Colombo, le pidieron que los acompañara en su aventura. Pero esta es otra historia, que contaremos en otra ocasión.

Esperamos que la película, cuyo título todavía no ha sido desvelado, tenga mucho éxito, y que la “troncomoto” de Higinio, este asturiano afincado en Bruselas desde hace décadas, brille con luz propia. Por cierto, y el faro, ¿de dónde procederá? Habrá que volver a visitar a Higinio para que nos lo cuente, esto, y mil historias más. ¡Enhorabuena, querido amigo!

 

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