Como vía preventiva ante un posible accidente nuclear, Bélgica está regalando desde ayer pastillas de yodo en sus farmacias a todos aquellos que vivan o estén a 100 kilómetros de cualquier central nuclear del país.
Este medicamento tiene como finalidad proteger a los ciudadanos del cáncer de tiroides en caso de fuga nuclear. Los especialistas hacen hincapié en que son fundamentales para mujeres embarazadas y menores. Su efectividad es de alrededor de una década y deben consumirse en las 12 horas posteriores al posible escape. Cualquier ciudadano puede solicitarlas con su documento de identidad y quedará registrado para evitar el abuso innecesario del medicamento.
La cercanía de los reactores a Holanda, Alemania y Luxemburgo ha generado un importante movimiento de protesta en las ciudades fronterizas con Bélgica. Alemania y Luxemburgo han llegado a plantear el cierre de las plantas, y Holanda y Francia han manifestado su preocupación por la falta de garantías de seguridad. Incluso la ciudad de Lieja ha pedido el cierre inmediato de uno de los reactores más cercanos y mas antiguos.