covadongaEl día 8 de septiembre celebra su día la Comunidad de Asturias, con una fiesta en honor de la Virgen de Covadonga, y un día tan especial no podía pasar desapercibido para la amplia comunidad de asturianos que reside en Bélgica. Por ello, como cada año desde hace más de una década, estos emigrantes e hijos de emigrantes se reúnen para hacer su particular fiesta de “La Santina”.

Según cuenta la tradición, el origen de la fiesta en la Cueva de Covadonga se remonta al siglo VIII, cuando el monarca del Reino de Asturias Don Pelayo ganó la batalla de Covadonga contra las tropas musulmanas. Dice la leyenda que esta victoria no hubiese sido posible sin la ayuda de la Virgen de Covadonga, y desde entonces su santuario se ha convertido en lugar de culto y peregrinación.

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Eduardo Lorenzo, impulsor de “La Santina” en Bruselas

A diferencia de lo que ocurre en Asturias, aquí en Bruselas la celebración tiene lugar el segundo sábado de septiembre, ya que es un día más accesible para llevar a cabo la fiesta. Normalmente, se comienza con una misa en la Iglesia “Notre Dame Immaculée” de Bruselas, tras la cual, siempre que el tiempo lo permite, suele tener lugar una procesión. Justo antes de empezar la misa se canta El Ramo, una canción que fue escrita por una asturiana especialmente para los que vivían en Bélgica y a la que, en momentos destacados, se le suele añadir una estrofa, como ocurrió cuando se despidió el sacerdote Eduardo Lorenzo.

Fue precisamente Eduardo quien empezó esta tradición en Bruselas, al ver que había tantos asturianos en la ciudad, la mayoría de los cuales trabajaba en las minas de carbón. Eduardo se propuso traer la imagen de La Santina, por lo que se hicieron colectas para pagarla. Así, cuando hubo suficiente dinero, fue transportada desde Oviedo hasta Bruselas en autobús. El siempre decía que la Santina había llegado a Bruselas como un inmigrante más, “y sin papeles”.

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El monarca asturiano Don Pelayo

Durante la celebración se congregan los grupos de baile asturianos de Bélgica, los grupos de gaiteros y, en general, todos los que presencian la fiesta. Incluso hay personas que vienen desde Asturias expresamente para este día, como ya lo hicieran el Coro de Oviedo o las bandas de gaitas de Gijón y Avilés.

Por otra parte, hay que destacar el carácter social y solidario de esta fiesta, ya que todos los años suele hacerse una rifa, cuyos beneficios van destinados a obras solidarias. Concretamente, este año la recaudación se destinará al comedor de beneficencia Poverello.

En definitiva, se trata de una fiesta que sirve para unir a las distintas generaciones y continuar las tradiciones españolas; una forma de mantener las raíces para que, a pesar de estar lejos, se siga teniendo el sentimiento de pertenencia a Asturias y a España.

Rocío Bonachera Escribano

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