Está claro que el mundo tiene cada día menos fronteras. Pero hace 60 años, había que ser un visionario para idear y poner en práctica algo que a los países europeos aún le costaría décadas: un proyecto común, sin fronteras, en el que se diera acogida a todo el mundo sin importar su nacionalidad. Esa era la idea del Salvador de Madariaga en 1948, cuando propuso la creación de un Colegio donde los graduados universitarios de diferentes países pudieran estudiar y convivir.
Diplomático y ex-ministro español, Madariaga había estudiado ingeniería en Francia y trabajó para el Ministerio de Asuntos Exteriores británico y en la Sociedad de Naciones, donde llegó a ser delegado. Fue brevemente ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes y más tarde de Justicia durante la II República Española. Ya en el exilio participó activamente en la oposición al Régimen Franquista y en varios congresos que sirvieron de germen a la Unión Europea como ahora la conocemos. Su formación europeísta y multilingüe lo llevaron a proponer la creación del Colegio Europa en el Congreso de La Haya de 1948. Salvador de Madariaga luchó de forma activa por una Europa unida e integrada de forma pacífica. Sus esfuerzos le valieron en 1973 el premio Carlomagno por sus contribuciones a la idea de Europa y a la paz europea.
Su propuesta realizada en aquel Congreso de La Haya hace 63 años tuvo un gran éxito. Un grupo de ciudadanos de Brujas, con el Reverendo Karel Verleye a la cabeza, pelearon con éxito para situar esta nueva entidad educativa en su ciudad, en un intento de devolver a la urbe flamenca su esplendor europeo de antaño. El profesor Hendrik Brugmans, uno de los líderes intelectuales del Movimiento Europeo de la época, se convirtió en el primer rector del Colegio de Europa, entre 1950 y 1972.
Tras la caída del comunismo, como consecuencia de los cambios políticos que experimentó Europa Central y del Este, el Colegio de Europa recibió una propuesta del gobierno polaco para fundar otro campus en este país. En 1993, con el apoyo de la Comisión Europea, nació el campus de Natolin (Varsovia). Desde entonces, el Colegio de Europa funciona como una sola universidad de posgrado con dos campus, y lo que en un principio se denominó el Espíritu de Brujas se conoce ahora como el Espíritu del Colegio.
El Colegio de Europa ofrece cinco máster diferentes: Estudios Interdisciplinarios Europeos (sobre las dimensiones internas y externas de la Unión Europea, es el único que se desarrolla en el Campus de Natolin), Estudios Diplomáticos y de Relaciones Internacionales de la UE, Estudios Administrativos y Políticos Europeos, Estudios Económicos Europeos; y Estudios de Derecho Europeo. Además, estas dos últimas ramas pueden especializarse en Derecho Europeo y Análisis Económico. Estos posgrados se realizan en inglés y francés, los idiomas en los que funciona el campus.
Los estudiantes del Campus provienen de más de 50 países diferentes y cuentan ya con un título universitario. Con una media de 25 años de edad, la mayoría de los alumnos del Colegio de Europa hablan 3 ó 4 idiomas (un 79%), y por sectores, una cuarta parte proviene del sector servicios (Economía, Derecho, Consultoras…) o de Instituciones de la UE. En este curso, de los 438 alumnos, la mayoría proviene de Francia (57 estudiantes), Italia (49), España (38), y Polonia y Alemania (33 cada uno). También hay estudiantes de lugares tan dispares como Uzbequistán o Corea del Sur. Aunque el Colegio no cuente con becas propias, el 70 por ciento de sus alumnos se beneficia de algún tipo de ayuda, total o parcial, que ofrecen los gobiernos de cada país o las instituciones privadas, ya que los estudios, junto con la estancia en las residencias del Colegio, superan los 20.000 euros por curso.
Algunos de los antiguos alumnos del Colegio de Europa han sido después ministros, miembros de diversos parlamentos o diplomáticos. Son bien conocidos los nombres de Manuel Marín (ex vicepresidente de la Comisión Europea y ex presidente del Congreso de los Diputados en España , que también fue presidente del Consejo de Administración del Colegio), Nick Clegg (político británico y líder de los Demócratas Liberales en este país, antiguo miembro del Parlamento Europeo), Louise Fréchette (vicesecretaria general de las Naciones Unidas), Ledi Bianku (juez del Tribunal Europeo de Derechos Humanos), Nigel Forman (miembro del Parlamento británico y ex ministro de Educación Superior), Ursula Plassnik (ministra de Relaciones Exteriores de Austria) o Alexander Stubb (ministro finlandés de Asuntos Exteriores). Y no sólo en política. Otros antiguos alumnos han hecho carrera en instituciones y empresas, tanto públicas como privadas, como Valerie Plame (oficial de operaciones de la CIA) o Luc Coene, Vice-Gobernador del Banco Nacional de Bélgica.
Además de una Asociación de Antiguos Alumnos, los estudiantes crearon en 1998 la Fundación Europea Madariaga, que preside Javier Solana, sobrino del histórico pensador.